El Tecnológico de Monterrey está llevando la visión de don Eugenio Garza Lagüera a la realidad, la última adición al campus es un Espacio de Reflexión diseñado por el arquitecto Alberto Kalach. Este oasis de silencio en medio del campus busca contribuir al balance entre el cuerpo, mente y espíritu; este espacio invita a los alumnos y docentes a practicar la meditación como un hábito y hacer de los días y semanas más estresantes, más llevaderas. El arquitecto Alberto Kalach realizó sus estudios en la Universidad Iberoamericana y en Cornell University en Ithaca, Nueva York.
El edificio está ubicado en el campus de Monterrey entre el Edificio I y el VIII y su construcción fue anunciada desde diciembre del 2018, su concepción nace de la iniciativa de Distrito Tec de las cuales sus tres ejes rectores son la regeneración del campus del Tec, integración del ecosistema de investigación e innovación y emprendimiento para la mejora del entorno urbano. El Espacio de Reflexión, además de contribuir a la visión de Distrito Tec, es una ampliación de un espacio más pequeño conocido como Punto Blanco. Punto Blanco es un lugar en donde los alumnos y docentes pueden llegar, quitarse los zapatos, tomar un libro o simplemente sentarse en silencio por unos minutos para despejar su mente.
Para este nuevo proyecto, Kalach convirtió al emblemático Cerro de la Silla en el punto focal del edificio haciéndolo también el punto focal de la meditación. Lo que distingue al Espacio de Reflexión son los espacios abiertos, salas ubicadas ligeramente bajo tierra y detalles que invitan a la relajación como el agua; además, tiene dos espacios principales: el interior ya conocido como Punto Blanco que está dedicado a la introspección y a la reflexión y el área superior con vista al Cerro de la Silla que invita a la integración de árboles y de los jardines que rodean el edificio.
Para la construcción de esta ampliación se utilizaron piezas de concreto y se integraron elementos como una fuente que cae del techo, los pisos tienen detalles en concreto en colores dorados y turquesas. Todo el diseño es sumamente minimalista y limpio pero que a pesar de su neutralidad y serenidad aparente rinde homenaje a la naturaleza. También, los colores que se utilizaron para este proyecto son colores que conectan a los asistentes con la introspección, como le dijo Kalach al Tecnológico de Monterrey “El dorado es un color que se usa en todas las religiones y crea un punto focal dentro del espacio”. También, para recordar la visión de don Eugenio Garza Lagüera, se colocó su nombre en una de las paredes.
Para el toque de color que se le dio al Espacio de Reflexión, se utilizó el Pigmento Integral en Gel Líquido de Construcolor en el tono B01-AA329. El uso de nuestro producto en un proyecto espiritual es algo de lo que nos enorgullece, el ser parte de la evolución de la visión del Tecnológico de Monterrey. Nuestro Pigmento Integral fue utilizado en el interior del edificio ayudando a que este espacio se llene de serenidad y reflexión.
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